La adolescencia es una de los períodos más intensos y apasionantes del ciclo vital. Es una etapa de verdadera revolución, que altera todas las esferas que forman al adolescente (bio-psico-social).
Es una fase de transición de la infancia a la edad adulta que conlleva un proceso de cambio, donde el joven tiene la necesidad de diferenciarse del entorno que siempre lo ha acogido.
Sin tratarse necesariamente de un periodo crítico, la adolescencia es a menudo la edad de aparición de los principales conflictos psicológicos: dificultad para aceptar la propia imagen, problemas en la esfera familiar y en las relaciones interpersonales, falta de orientación académica o profesional, inadaptación social, etcétera.
La atención psicológica para adolescentes tiene el objetivo de ayudarles a enfrentar todos los cambios vitales que se les va planteando, tratando de no interferir en su proceso de autonomía. Contactamos con las verdaderas necesidades del adolescente creando un clima de sintonía a través de la complicidad y confianza, creando oportunidades para el cambio.
Nuestra labor profesional se centra en varios objetivos, entre ellos orientar y asesorar al adolescente y a sus familiares, prevenir aquellos trastornos de frecuente aparición en la adolescencia y, en su caso, ofrecer la intervención clínica que favorezca la salud mental del paciente.
La adolescencia abarca una diversidad de edades bastante amplia, por lo que, en función de la edad del adolescente, el trabajo con los padres será más o menos significativo.
Nuestro modelo de intervención, está orientado en los recursos que el joven posee, más que en sus déficits, en sus fuerzas más que en sus debilidades, en sus posibilidades más que en sus limitaciones. Nos basamos en la resiliencia y en las propias soluciones y excepciones que el adolescente hace a sus propios problemas.
Adoptamos un enfoque Bio-Psico-Social, dicho modelo tienen en cuenta todas las áreas que forma parte del adolescente, en el momento de la intervención.
Los indicadores que nos pueden orientar a saber si el joven necesita ayuda psicológica son: cambios bruscos en el humor, mal comportamiento o bajo rendimiento académico, dificultades con los amigos, síntomas físicos sin explicación médica, cambios en los hábitos, o dificultad para disfrutar de las cosas.
Los problemas más frecuentes son:
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